viernes, 27 de julio de 2012

Andrés Pena y la villa de Sada, unidos para siempre

El próximo año, el equipo de fútbol de Sada, Rayo Sadense, estará de celebración, cumplirá las bodas de plata de su refundación. Una institución futbolística creada para enseñar conceptos futbolísticos a los jóvenes de la Villa. Cuando el club celebre esta efemérides, muchos exjugadores y personas vinculadas al equipo, echaran de menos a su mentor, Andrés Pena, fallecido prematuramente el siete de septiembre del año pasado. Hacia poco tiempo que dejara la presidencia del club que refundió en mil novecientos ochenta y ocho, junto a varios vecinos, con objeto de potenciar la cantera futbolística de Sada. Andrés fue el gran impulsor del fútbol base. Es sin lugar a dudas, uno de los hombres mas conocidos en el mundo futbolístico de la Comarca y en Galicia en general, por su buen hacer a favor del fútbol base. Fueron muchos los jóvenes que se formaron en el Rayo Sadense, no solamente en el terreno deportivo, sino, forjándose hombres de futuro, aprendiendo a rivalizar en buena lid, enseñanzas que luego le servirían para competir lealmente en el terreno profesional. Fue promotor del primer campeonato de fútbol base mariñán. Fundador de la escuela de fútbol, con más de trescientos niños formándose.. Sacrificó muchas horas de su familia, para dedicarlas a una actividad en la que creía, la formación integral de niños y jóvenes a través del fútbol, fue un hombre bueno y generoso. Llamó a muchas puertas para conseguir apoyos, socios, colaboradores, un campo de fútbol que se construyó en terrenos de la Sociedad Recreativa y todo lo necesario para que los niños de la villa pudiesen jugar al fútbol, apartándolos de los peligros que conlleva la calle. La iniciativa fue muy bien acogida en Sada. En poco tiempo, el Rayo Sadense llegó a tener trescientos ochenta y un socio, abonando una cuota anual de ochocientas pesetas. Imagino al bueno de Andrés negociando con Motor Pardo Opel, Seguros Ramos, la fábrica de conservas “A Xefa”. No podía faltar en las camisetas Discoteca Greco´s. Todos ellos proporcionaban equipaciones a los equipos del Club sadense
Realmente, el Rayo Sadense no nació el veintinueve de junio de junio de mil novecientos ochenta y ocho, sino mucho antes.. Tiene sus orígenes sobre el año veintinueve. Por aquellas calendas en los años treinta y cuarenta, la gente de Sada jugaba al fútbol en la playa. Los practicantes de fútbol se dividían en varios equipos: Vulcano, Sansón, Flecha, etc. Un día decidieron juntarse en un quipo, lo bautizaron con el nombre de Rayo Sadense. El momento de mayor esplendor lo alcanza en los años cuarenta, pero acaba desapareciendo. De la mano de Andrés Pena vuelve a resurgir cuarenta años después Su irrupción en los campos de As Mariñas le dio otro color a las competiciones, era uno de los equipos que más aficionados llevaba a los desplazamientos. No se refundó un equipo, renació el sentimiento de todo un pueblo que, a iniciativa de Andrés Pena se sumaron al proyecto, así lo entendieron entrenadores de la talla de: Antonio Vidal, Javier, Isaac, “Puskas“, “Curro“, personas de conocida solvencia para dirigir en el terreno de juego a los entusiastas jugadores del refundado Rayo Sadense
Los que trabajamos haciendo información deportiva, nos sorprendía la muerte de Andrés, hace casi un ano. Los niños de aquella época, hombres hoy, que comenzaron a darle patadas al balón por primera vez, sintieron un enorme vacío que, de alguna manera, los vecinos de Sada pretenden cubrir, recordando su memoria, poniéndole su nombre al campo de fútbol de As Mariñas, que a partir del sábado se llamará campo de fútbol Andrés Pena. La iniciativa fue presentada por el ex-alcalde Moncho y refrendada por todos los partidos políticos con representación en el Concello.

El fútbol es sentimiento, esfuerzo, alegría y alguna que otra tristeza. Todo ello se supera, cuando personas de la talla de Andrés Pena, consciente de las carencias que existían en Sada, en vez de lamentarse, pasó de las palabras a los hechos. Afortunadamente en el fútbol modesto aún existen personas que se sacrifican por la supervivencia de sus equipos, sirven al deporte, son un ejemplo claro de lo que deben hacer las personas de bien, no como la mayoría que accede a cargos blasonando que acceden para regenerarlo y una vez en los mismos, en vez de servirlo, lo utilizan para medrar y “pagar” comidas de su bolsillo.

No se lo que sería del fútbol modesto o base, si no hubiesen existido personas como Andrés Pena, paradigma de persona de bien y amante del fútbol base, sin él, muchos de los niños que pasaron por el Rayo Sadense, posiblemente hubiesen caído en los peligros que conlleva el callejeo. El homenaje que el pueblo de Sada va a tributarle, es más que merecido. Un pueblo que olvida a sus bienhechores, es un pueblo que no tiene memoria, por consiguiente, un pueblo muerto y Sada es una villa muy viva.


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